La fotografía macro realizada con objetivos invertidos es una de las formas más económicas para introducirse en esta disciplina. Nosotros empezamos de este modo y (aunque ahora utilizamos un objetivo específico: Tamron A 90 mm f2.8) a continuación explicamos los requisitos para comenzar en ello:
ANILLOS INVERSORES
Para unir el objetivo al cuerpo de la cámara de manera invertida (literalmente, al revés) se necesita un anillo inversor, una arandela que por una cara se enrosca al objetivo (como un filtro) y por la otra se acopla al cuerpo/bayoneta de la cámara.
Para comprarlos hay que tener en cuenta el diámetro de los objetivos que se van a utilizar y el tipo de montura de nuestra cámara.
OBJETIVOS
- Ratio de reproducción/magnificación: es la proporción entre el tamaño real del sujeto y su tamaño en el sensor.
- Los objetivos macro: proporcionan ratios de reproducción 1:1 (la imagen del sujeto en el sensor tiene el mismo tamaño que el sujeto en la realidad) o superiores (por ej. si la imagen del sujeto en el sensor es 2 veces su tamaño real, entonces la magnificación sería 2:1).
- Los objetivos invertidos: consiguen el ratio de reproducción 1:1 con una focal de 50 mm.
- Distancia focal:
- Los objetivos macro: lo que diferencian a unos de otros (teniendo siempre una magnificación 1:1) es la distancia mínima de enfoque, a mayor focal mayor distancia de trabajo y mayor comodidad (por contra son más caros, se necesitan mayores velocidades de obturación y estabilizarlo bien con un monopie o trípode).
- Los objetivos invertidos: contra menor sea la distancia focal más ampliación se conseguirá. Para tener una referencia, con una focal de 50 mm se consigue una magnificación 1:1. Nosotros teníamos un 28 mm, un Canon FD 50 mm (el que más usábamos) y un Hoya 80-200 mm.
- Diafragma: lo ideal es que en el objetivo se pueda modificar su apertura (nº f) de manera manual sin tener que estar puesto en la cámara. Los objetivos analógicos son casi todos así y eran los que nosotros utilizábamos, con los digitales sabemos que se puede hacer pero de una manera más aparatosa. En ambos casos hay que pulsar varios botones en el objetivo y/o cuerpo de la cámara, por lo que se tendría que buscar para cada equipo concreto la manera de hacerlo (para el Canon FD 50 mm se puede mirar esta guía).
Elegiremos la apertura de diafragma con relación a la profundidad de campo que queramos conseguir, teniendo en cuenta que al estar tan cerca del sujeto ésta se reduce mucho, por lo que tenemos que procurar que el desenfoque no se coma buena parte del sujeto.
- Enfoque: al no estar unido el objetivo de manera normal a la cámara, ni el enfoque automático ni el anillo de enfoque manual funcionarán (la distancia de enfoque es fija), por lo que te tienes que acercar o alejar hasta que veas que está enfocado el sujeto.
Para fotografiar insectos lo ideal sería hacerlo cuando tengan poca o ninguna actividad, es decir, a primera hora de la mañana (donde tendrán con mucha probabilidad gotas de rocío) o a última de la tarde.
P.D. ¿Te atreves a realizar fotografías con este sistema o te parece muy complicado? ¿Tienes alguna duda sobre ello? Estaremos encantados de ayudarte 😉